Solo los guapos
Hayer salí a caminar, de pronto se me acercó un niño vendiéndome chocolates; lo mire y sentí mucho pesar y le di un billete de $500 por todos los chocolates…
Ese día aprendí esta lección: "Siempre habrá una esperanza y una ocasión única para meter un billete falso"
Entra a las demas y navega